Nuestro enemigo más cercano, la televisión
Estamos en tiempos donde la comunicación es básica para nuestra vida cotidiana, en donde el estar informados es lo principal, dando un gran uso a los medios de comunicación. Sin embargo, la hoy llamada televisión o la “caja boba” que es cada vez más nítida y plana no está yendo por buen camino con respecto a la idea de “culturizar” a las personas, además de haberse convertido en un Frankenstein monstruoso que cultiva todos los vicios principalmente de los niños y adolescentes.
La televisión basura se ha convertido en una fuente de entretenimiento para todas las edades. Pero, ¿Es eso realmente un “buen entretenimiento”? Muchas personas podrán decir que si, lamento decirles que NO, estos tipos de programas nos embrutecen cada día mas, nos absorbe por completo, tanto así que nos quedamos por tres horas seguidas viendo el programa; digo “nos” porque alguna vez en mi vida he visto uno de esos denigrantes programas que no tienen absolutamente nada de valores éticos ni morales. Al contrario lo que promueve es: sexismo, violencia, homofobia y racismo. No es nada más que morbo. En los programas como: Esto es guerra, Combate, Amor amor amor, Magaly, etc.
Por ejemplo, en “Combate” o “Esto es guerra” solo un 40% del programa es competencia; incentivando a la competitividad y rivalidad. Muchos de esos juegos son preguntas generales, tan sencillos, que sorprende cuando una persona de 20 años no la puede resolver, algo simple como una suma, multiplicación o quién escribió el Caballero Carmelo; esto nos demuestra que esas personas viven solo del espectáculo que ellos mismos generan, y son realmente personas contadas las que han llegado a la televisión sinceramente.
Es increíble como la televisión basura ha acaparado tanto la mente de las personas que están pendiente de los personajes de la “farándula”, preguntándose: ¿qué hace?, ¿con quién está?, ¿Cuántos (as) enamorados (as) ha tenido?, etc. Haciendo así que los canales por ganar rating busquen esa “esperada” información para lucrarse, esto es una irresponsabilidad de parte de ellos ya que como profesionales en comunicaciones saben más que nadie la información que deben dar, pero están cegados por la ambición. Porque seamos sinceros, los programas educativos o culturales apenas sobreviven, por no tener un alto rating; si tan solo cambiaran los horarios, tal vez las personas comenzarían a ver mejores programas.
Y las autoridades ¿Qué hacen al respecto? ¿Les importa? A ellos les conviene que te quedes embobado con esos programas, para que no veas la realidad del país, para que no pienses en cambiarlo y solo estés embrutecido, porque es más fácil gobernar con seres insignificantes.
El vivir en un país democrático y con libertad de expresión, no significa hacer lo que quiero ni mucho menos poner cualquier tontería en la televisión simplemente para lucrarse. La libertad de expresión es también el recibir una buena información y respetar los derechos de los demás, tanto de adultos como de los niños que son los más afectados; como dice en “Los Derechos Humanos: 4) Los espectáculos públicos pueden ser sometidos por la ley a censura previa con el exclusivo objeto de regular el acceso a ellos para la protección moral de la infancia y la adolescencia, sin perjuicio de lo establecido…”
“Dejen de hacer famosa a gente estúpida”
By: Nir Alighieri
